Los poemas de Jonathan Hernández encantan con su música de tono original y novedoso; pueblan la mente de sugerentes, evocadoras y nada tópicas imágenes; conmueven el corazón. ¿No son éstas las cualidades de la más alta poesía?
Lee una entrevista a Jonathan Hernández
INSULAR
Papá, eres un archipiélago de muertes
Nunca creí que en un solo muerto
cupieran tantas islas revolcándose
Son tantas, papi, tantas. Yo las recojo
en mi canoa. Son tantas como peces
diminutos. Yo me las trago una por una
en posición fetal. Mi canoa es tu ataúd
¿Recuerdas cuando tu muerte era un
solo golpe, una sola órbita de continente?
Yo cómodamente me rompía un hueso
Yo agarraba mis dos ojos y los chocaba
Se rompían y tu nombre manaba como
un río denso. La muerte cabía en un ojo
Pero ahora las islas son pequeñas como
la lluvia y las oigo caer constantemente
No sirven para nada, ni para destrozarse un
fémur. Son tantas y tan pequeñas como
ballenas minúsculas. Es espantoso padre
cuando la muerte se dispersa en olvido.
BORGES RESUCITADO
El hombre es un río manando de hombres
Es el preámbulo del diluvio original
La consumación del último incendio,
de las cenizas aladas, del hueso definitivo.
Una mujer es la primera mujer que dijo
tierra y que fue sangrando estatuas tejidas
de nervios infinitos, de íntimos soles.
El hombre es el postrer hombre que gritó
muerte y que fue diluyéndose como
una nube entre gargantas degolladas.
Todo ser es una eternidad entre eternidades
Es la misma muerte reconstruyéndose,
regenerándose el rostro, un hombre/mujer
Es la serpiente erguida que morirá mañana,
el simio doloroso que nació ayer.
Somos todos el diluvio original,
la última hoguera.
ES SUFICIENTE FERMINA
El exilio es suficiente
Tú con tu bofetada submarina
Yo con mi puño de agua
Mi herencia de Adán.
La luz se nos hace repugnante
Es una inútil testigo de estos predios
La oscuridad suave nos salva
de todo, excepto de ella misma.
Te digo que es suficiente
Esta tregua sutil
El exilio coronado.
Aunque yo siga
desenterrando el agua
Y aunque tú no me mates
con tu artillería borrosa.
BUFÓN
Creo que aburrí a mi Dios
Y Él, bostezando
me lanzó
incompleto
a la totalidad de su
ausencia.
Creo que lo aburrí
No fui suficiente
Mientras yo bailaba desnudo
Él iba soñando
algún temblor de barro
Yo lo aburrí
Él no me reconoció
No supo que yo era Adán
pero de agua
Y lamento mucho
que Él haya bostezado tanto.
Datos del autor
JONATHAN HERNÁNDEZ (Santo Domingo, 15 de junio de 1983- Toronto, Canadá, 3 de septiembre de 2002). Se graduó de bachiller en el colegio Carol Morgan en 2002. Publicó el poemario Ciento Cuarenta y Cuatro Mil Lunas (2000) y dejó inédito el titulado 26 poemas en la trinchera de la sombra.
____
Estos poemas fueron publicados originalmente en Caudal, año 1, número 3, julio-septiembre de 2002, págs.19-21
Ilustraciones:Kilia Llano
No hay comentarios:
Publicar un comentario